Espinosa de los Monteros

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(Torre de las Herradoras)
(Torre de los Velascos)
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Torre Fuerte rectangular, con tejado a dos aguas con copete. Construida en mampostería. Lleva sillería de rústica fabricación en esquinas, dinteles de los vanos y dovelas que forman un ángulo ligeramente apuntado en la entrada.<p>Una saetera de gran tamaño, colocada sobre el acceso principal, denota el primitivo carácter defensivo de la edificación. Escasean los vanos, siendo todos de pequeño tamaño y alojándose a diferentes alturas, resultado seguramente de las distintas remodelaciones que ha sufrido el edificio.</p> <p>Quedan restos de algunas ventanas monolíticas que comenzaron a utilizarse desde el siglo XIV al XVI, con arcos apuntados. Algunas de estas ventanas dobles han sufrido una mutilación del parteluz que las dividía, dando apariencia de tener un extraño arco de difícil clasificación</p><p>Esta Torre, junto a las de Cantimplor (edificio número 8) y los Velasco (edificio número 15) constituyeron los tres puntales defensivos de la Villa en época medieval, localizándose de forma estratégica en los altozanos naturales que permitiesen una efectiva vigilancia ante las posibles invasiones. </p>
Torre Fuerte rectangular, con tejado a dos aguas con copete. Construida en mampostería. Lleva sillería de rústica fabricación en esquinas, dinteles de los vanos y dovelas que forman un ángulo ligeramente apuntado en la entrada.<p>Una saetera de gran tamaño, colocada sobre el acceso principal, denota el primitivo carácter defensivo de la edificación. Escasean los vanos, siendo todos de pequeño tamaño y alojándose a diferentes alturas, resultado seguramente de las distintas remodelaciones que ha sufrido el edificio.</p> <p>Quedan restos de algunas ventanas monolíticas que comenzaron a utilizarse desde el siglo XIV al XVI, con arcos apuntados. Algunas de estas ventanas dobles han sufrido una mutilación del parteluz que las dividía, dando apariencia de tener un extraño arco de difícil clasificación</p><p>Esta Torre, junto a las de Cantimplor (edificio número 8) y los Velasco (edificio número 15) constituyeron los tres puntales defensivos de la Villa en época medieval, localizándose de forma estratégica en los altozanos naturales que permitiesen una efectiva vigilancia ante las posibles invasiones. </p>
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Nos encontramos ante un ejemplo de Torre medieval defensiva formada por dos cuerpos rectangulares unidos: una esbelta torre y una construcción secundaria, que en su día cumplió las funciones de caballeriza.<p> Hay autores que hablan de la construcción de este edificio por árabes: no sería de extrañar dada la simpatía que mostraban los Velasco por judíos y árabes.</p><p>Al piso noble del alargado torreón, construido con sillarejo y mampostería, se accede a través de un patín protegido con almenas y saeteras.</p><p>Encima de la escalera se descubren dos pequeñas ventanas enrejadas, y sobre ellas los escudos de la familia propietaria del Castillo: los Velasco.</p><p>En las cuatro fachadas, a media altura, podemos observar uno de los rasgos más llamativos del edificio: la fila de largos mechinales, orificios donde se anclaban las vigas de madera que formaban una galería que recorría el perímetro de la torre, y la doble hilera de canes para sujetar el armazón y el techo.</p><p>El castillo, que aún sigue rematado con su correspondiente cuerpo de almenas, fue levantado a mediados del siglo XV, seguramente sobre restos de otra edificación.</p><p> La fecha queda confirmada por la sobriedad de los escudos que aparecen, carentes de yelmo o de cualquier otro adorno.</p>
Nos encontramos ante un ejemplo de Torre medieval defensiva formada por dos cuerpos rectangulares unidos: una esbelta torre y una construcción secundaria, que en su día cumplió las funciones de caballeriza.<p> Hay autores que hablan de la construcción de este edificio por árabes: no sería de extrañar dada la simpatía que mostraban los Velasco por judíos y árabes.</p><p>Al piso noble del alargado torreón, construido con sillarejo y mampostería, se accede a través de un patín protegido con almenas y saeteras.</p><p>Encima de la escalera se descubren dos pequeñas ventanas enrejadas, y sobre ellas los escudos de la familia propietaria del Castillo: los Velasco.</p><p>En las cuatro fachadas, a media altura, podemos observar uno de los rasgos más llamativos del edificio: la fila de largos mechinales, orificios donde se anclaban las vigas de madera que formaban una galería que recorría el perímetro de la torre, y la doble hilera de canes para sujetar el armazón y el techo.</p><p>El castillo, que aún sigue rematado con su correspondiente cuerpo de almenas, fue levantado a mediados del siglo XV, seguramente sobre restos de otra edificación.</p><p> La fecha queda confirmada por la sobriedad de los escudos que aparecen, carentes de yelmo o de cualquier otro adorno.</p>

Revisión de 14:06 9 feb 2011

Espinosa de los Monteros
Municipio: Espinosa de los Monteros
Junta administrativa: Espinosa de los Monteros
Juntas administrativas dependientes: Las Machorras, Quintana de los Prados, Bárcenas, Para, Santa Olalla
Sitio Web: http://www.espinosadelosmonteros.es
Distancia a Burgos: 96.00 Km
CP: 09560
Coordenadas GPS: 43º05`08.47``N,3º33`27.31``W [Maps]
Altitud: 762 m
Superficie: 137.50 Km²
Población (2009): 2129 hab
Densidad (2009): 15,48 h/m²
Gentilicio: Espinosiegos
Patrona: Santa Ceclia
Partido judicial: Villarcayo
Zona turística: Las Merindades

Contenido

Festividades y Eventos

Fin de semana de Pentecostés → Santa Olalla
30 de junio → Para
22 de julio → Santa María Magdalena (Bárcenas)
7 de septiembre → Quintana de los Prados
5 de agosto → Romería a la Virgen de las Nieves (Las Machorras): Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. La fiesta arranca cuando los ocho danzantes, regidos por el mayoral, salen a la entrada del pueblo para recibir a los visitantes. Los acompaña el rabadán, niño de corta edad cuya misión es azotar al Bobo, grotesco personaje que pide limosna. Por la mañana, se oficia una misa para los danzantes que después volverán a la entrada del pueblo. Al mediodía todos los asistentes acuden hasta la iglesia en procesión, para después dirigirse a la plaza del pueblo donde los danzantes echan versos jocosos y sarcásticos relacionados los aconteceres del pueblo.

Gastronomía

La gastronomía espinosiega conserva todo el sabor de antaño y sus productos gozan de reconocida fama a nivel nacional. Como derivados de la leche, destacan productos como la mantequilla, elaborada a partir de los mismos métodos naturales de fabricación famosos desde el siglo XVII, la leche y una amplia gama de quesos, los cuales han sido premiados en múltiples ocasiones. En la Villa espinosiega también destacan los productos derivados del cerdo, como son los embutidos y morcillas; y, los derivados del pato criado en libertad, como el Foei Gras, paté y confitados.

La obtención de la pesca más fresca en puerto, el fileteado y empaque realizado por las mejores artesanas y la altitud de Espinosa de los Monteros, 780 metros, dan lugar a las prestigiosas anchoas en conserva, totalmente naturales y de excelente calidad. Para acompañar a estas exquisitas anchoas, en la Villa se realiza pan horneado al fuego de la leña.

Otro de los productos artesanos elaborados en Espinosa de los Monteros es la miel de brezo, procedente de los montes pasiegos.

Y para acabar, nada mejor que el muestrario de dulces espinosiego. Italianas, quesadas y sobaos pasiegos hechos artesanalmente.


Ciudadanos Ilustres

Juan de Salazar y Espinosa de los Monteros

Nació en Espinosa de los Monteros en 1508. Fundador de Asunción, capital de Paraguay (1537). Formó parte de la exploración hecha en 1535 por el Primer Adelantado del Río de la Plata Pedro de Mendoza, con la que marchó en busca de Juan de Ayolas, quien había partido en busca de la leyenda del "Rey Blanco". En su búsqueda remontó el río Paraguay y el 15 de agosto de 1537 fundó el fuerte de Nuestra Señora Santa María de la Asunción (Asunción del Paraguay).

Gonzalo Gómez de Espinosa

Protagonista del Primer Viaje de Circunnavegación de Magallanes en 1519, el cual fue terminado por Juan Sebastián El Cano con 18 supervivientes en 1522. Alguacil de la flota que asumió el mando del buque Trinidad a la muerte de Fernando de Magallanes mientras Elcano comandaba el Victoria.

Edificios Civiles

La Ruta Heráldica de Espinosa de los Monteros, elaborado por alumnos del instituto local IESO Conde Sancho García, permite visitar y conocer los edificios más significativos de la Villa.

Torre de los Azulejos
Edificio de planta cuadrada con cubrición a cuatro aguas, rodeado por una muralla de más de dos metros de altura con puerta de acceso flanqueada por dos pilares cuadrados con remates y un interesante trabajo de herrería en la verja. La construcción alterna la sillería de la fachada principal, esquinas y vanos, con la mampostería del resto. El acceso a la Torre se realiza a través de una puerta de arco de medio punto adornado con diversas molduras. Hay en esta misma fachada, dos pequeños vanos, un óculo bajo la cornisa del tejado y una pequeña ventana adintelada, desviada de la línea de la puerta. Forma parte de un ornamentado conjunto en el que el alféizar de la ventana descansa sobre dos alargadas ménsulas. Dos columnas estriadas desembocan en un friso de gran tamaño donde reza la leyenda: DOSE AL CANCATALVITORIA DEBE OSAR MORIREL ONBREMUERA EL I BI BA ELNOMBRE

El conjunto termina con un frontón de lados curvos, con dos pináculos en los lados de su base y tres de remate en su parte superior truncada, en cuyo interior se aloja el escudo. En el resto de las fachadas destacan las ventanas adinteladas con un ligero rebaje de adorno, con motivos florares o molduras en su contorno, y rodeadas por azulejos incrustados en las piedras; hacen referencia, por su origen árabe, aun planteamiento mudéjar renacentista.

Se repiten los óculos, con forma trilobulada, situados bajo las cornisas del alero del tejado. Hay remates de pequeños cubos, propios de las construcciones del Renacimiento.

Casonas Blasonadas

En la Villa hay muchas casas blasonadas, como es el caso de la situada en la C/ Colón, 10. Este edificio rectangular, con tejado a dos aguas con copete, construido en mampostería revocada, son sillería en partes nobles, esquinas y bordes de los vanos, todos adintelados,Presenta tres plantas, teniendo la puerta de entrada en el lateral izquierdo del edificio,Merece la pena destacar el trabajo de forja del balcón y la talla de los canes de madera que sujetan el alero del tejado, con un magnífico trabajo de sogueado en la cornisa.En la edificación, en mal estado actualmente, destaca el escudo situado sobre el balcón de la fachada este, con fecha de 1806, época a la que posiblemente pertenezca la casa.

Torre de Pumarejo
Nos encontramos ante un edificio totalmente remodelado, cuya restauración ha podido respetar la estructura primitiva de la construcción en sus formas básicas pero que, sin duda, ha introducido importantes modificaciones. De tres plantas, rectangular, con cubos defensivos en sus dos flancos, toda ella en mampostería, salvo la sillería que rodea los vanos. El vano de acceso presenta un arco apuntado con una inscripción repartida en los sillares de las siete dovelas que habla de una "donación al Concejo de Quintanilla de los montes del Pico y del Costal".

Algunas de las ventanas, las más antiguas, son apuntadas, existiendo una doble geminada con parteluz mutilado donde se aloja un escudo de muy reciente fábrica. Hay restos de piedras incrustadas en el muro, a modo de simple cornisa de protección de los primitivos escudos. La casa perteneció a los Porras, ilustre familia que trasladó su residencia a Espinosa desde Cidad de Valdeporres en 1011, y las inscripciones antes citadas, nos remontan al siglo XIV como fecha de su edificación.

Casa del último Montero
Edificio de tres alturas, construido en mampostería revocada que conserva piedra de sillar en las esquinas y en los vanos adintelados.En la fachada sur, se encuentra la puerta de entrada, a mayor altura que le nivel del suelo, teniendo escalera de doble acceso, en sillar abujardado de buena calidad.Hay doble solana, que recuerda más a las construcciones cántabras que las castellanas.

La remodelación final se ha hecho con estructura de hierro, con columnas enmascaradas con formas clásicas, que nos acercan a finales del siglo XIX, principios del XX.En la fachada este, hay una ventana monolítica geminada, con arco apuntado, de la que se ha eliminado el parteluz, rodeada toda ella por una sencilla moldura.En la esquina izquierda del edificio hay restos de cornisa de pago de paloma de cierta calidad, y restos de contrafuerte que nos habla de una casa con estructura de casa montañesa pero modificada para convertirse en mirador.

Torre de Pumarejo
Nos encontramos ante un edificio totalmente remodelado, cuya restauración ha podido respetar la estructura primitiva de la construcción en sus formas básicas pero que, sin duda, ha introducido importantes modificaciones.

De tres plantas, rectangular, con cubos defensivos en sus dos flancos, toda ella en mampostería, salvo la sillería que rodea los vanos. El vano de acceso presenta un arco apuntado con una inscripción repartida en los sillares de las siete dovelas que habla de una "donación al Concejo de Quintanilla de los montes del Pico y del Costal".

Torre de Camtimplor
Construida en el siglo XIII. Situada en el barrio de Berrueza. Esta desmochada, se dice que poseía una planta más alta y almenas. La torre perteneció a los abades de Vivanco. En la actualidad pertenece a la Familia Martínez - Sainz de la Maza. Internándonos más en la historia llegamos a los Angulo Vivanco Ortiz. Esta familia poseía en Espinosa las torres de Valanto y Cantinflor (o Cantimplor). Juan Ortiz, señor de la torre de Cantinflor, se consideró por su apellido descendiente, nada menos, que de un capitán de este apellido de tiempos de Fernán González.

Fundó mayorazgo para su hija María, casada con Hernán Sánchez de Angulo, señor de la Torre de Oteo. Como el hijo mayor sucedió en el mayorazgo de este último apellido quedó para el segundo, llamado Juan, la torre de Cantinflor. En el s. XVI un descendiente sucedería en el vínculo pero no en la torre, pues ésta, a cambio de ciertas heredades, pasó a los abades de Vivanco y señores de Oteo, de quienes fue en adelante. "Por señor de la casa de Ortiz en Espinosa tiene la célebre torre de Cantinflor y 60 fanegas de trigo de renta", decía Prieto en la primera mitad del s. SVII. Por estos años consta que había estado alquilada y también habitada por los propios abades.

La construcción de la torre consiste en un rectángulo de 18 metros de longitud por 10 de ancho y 1,20 de grosor. La puerta de ingreso se halla al Sur, cuyo arco ojival lo voltean grandes dovelas excelentemente trabajadas.

A pesar de las reformas aún quedan varias saeteras y algunos escudos. En lo alto hay dos pequeños ajimeces con dos escudos de los Alvarado Bracamonte, del Ribero, colocados posiblemente en el s. XVI. Interiormente tienen una saetera entre los asientos tallados a los lados.En el lienzo menor del sureste hay un buen ventanal con dos prolongadas saeteras a su lado que vuelven a repetirse en el opuesto, encuadrando ahora un ajimez igual a los descritos antes. Prescindiendo de las muchas ventanas abiertas modernamente en la pared del noroeste, los demás vanos son iguales a los de la fachada principal, aunque con diferente distribución. Tanto en los huecos como en las esquinas destaca el empleo de excelente sillería, siendo el resto de los muros de mampostería. A mediados del s. XVII un informe decía que la torre de Cantinflor era solariega de Ortiz y Vivanco, cuyos apellidos andaban juntos desde hacía más de doscientos años.

También es importante destacar la presencia de dos escudos a los lados de una ventana de la fachada principal, con forma de estrella de ocho puntas. Este tipo de escudos sacados de la Naturaleza representaba un cometa, siendo las estrellas de cinco y seis puntas las que representen a las estrellas propiamente dichas.

Torre de los Monteros
Este conjunto arquitectónico está formado por un Torre defensiva, con patio amurallado en su parte delantera y puerta de acceso de gran tamaño. En la actualidad se está restaurando.

La Torre es de forma rectangular, con cubos circulares en las esquinas y almenas que ocupan la parte superior. Alternan en su construcción la sillería y la mampostería.

La puerta de la torre lleva arco apuntado y sobre ella se encuentra un balcón de arco también apuntado.

Al patio, amurallado hasta media altura, se accede por una puerta limitada por dos cubos con saeteras en primer término y remate almenado con cornisa, que llevan sendos escudos en su parte superior.

Dos columnas clásicas con éntasis, flanquean la entrada, adintelada y con entablamento liso, donde encontramos casetones en el intradós del dintel.

Destaca la cornisa con un remate triangular adornado con pirámides con bolas, que aloja el escudo principal.

El edificio fue construido en el siglo XIV como anterior fortaleza. En las inmediaciones hay otros edificios que seguramente sirvieron para su defensa. En el libro "Los Monteros de Espinosa" (página 107 y 108) se cita: "Se tiene por cierto que perteneció a los Marqueses de Legarda ostentando en su portada el escudo de armas de esta noble familia".

Hay tres escudos con idénticos motivos: dos se sitúan en los torreones y otro se centra en el frontón que corona la entrada principal. Su deterioro dificulta enormemente una interpretación adecuada.

BARRIO MEDIEVAL
Palacio de los Fernández-Villa
Este edificio ha sido declarado, en el año 2000, Bien de Interés Cultural. Casa fuerte formada por dos pequeñas torres rectangulares unidas por un cuerpo central con saeteras, colocado sobre una cornisa saliente. Tras esta fachada se encuentra la torre de mayor tamaño, forma cuadrangular, de tres pisos, con función defensiva y de vigilancia, con gran cantidad de saeteras y ventanas en su parte superior. Su cornisa está decorada con bolas y presenta dos ventanas adinteladas rodeadas con molduras decoradas y sobre las que aparecen espacios para escudos. Una de ellas, la más elevada, está protegida por una cornisa que alterna bolas y puntas de diamante.

La fachada orientada al oeste presenta una de las portadas artísticas más interesantes de toda el conjunto Histórico. Presenta vanos adintelados en puerta y ventana, rodeados con moldura simple. El dintel de la puerta se soporta sobre dos ménsulas como si fueran cartelas que se asemejan a otra colocada en la parte superior del conjunto.

Flanquean el acceso dos columnas estriadas sobre un alto podium, en las que destacan flores de lis sobre el collarino colocado bajo el capitel. El entablamento es clásico, sin ningún tipo de decoración, aunque el friso de la primera zona está decorado por unas guirnaldas a modo de telas sujetas por cabezas de leones.

Casa de los Sainz de Baranda
Edificio de estructura rectangular, realizado probablemente en mampostería, actualmente recubierta, con sillería en esquinas y vanos.

Está dividido en dos plantas, con una perfecta alineación de vanos en cualquiera de sus fachadas, La puerta principal esta a mayor altura que el nivel del suelo, llegando a ella por una escalera de doble acceso, con balaustrada de piedra tallada con motivos geométricos. En su parte central hay una doble hornacina con adorno de flor de lis en el centro.</><p>Sobre dos pilares cuadrangulares, que tienen como simple adorno una moldura de círculos en el acceso al capitel, encontramos el típico mirador montañés. Los vanos adintelados, enmarcado por un bien trabajo en piedra.

El primer cuerpo de la fachada principal, así como la fachada izquierda y la trasera, lo ocupan ventanas, mientras que el segundo cuerpo y el lateral derecho, están ocupados por balcones sobre ménsulas que parten de los dinteles de los vanos inferiores.

Torre de las Herradoras
Torre Fuerte rectangular, con tejado a dos aguas con copete. Construida en mampostería. Lleva sillería de rústica fabricación en esquinas, dinteles de los vanos y dovelas que forman un ángulo ligeramente apuntado en la entrada.

Una saetera de gran tamaño, colocada sobre el acceso principal, denota el primitivo carácter defensivo de la edificación. Escasean los vanos, siendo todos de pequeño tamaño y alojándose a diferentes alturas, resultado seguramente de las distintas remodelaciones que ha sufrido el edificio.

Quedan restos de algunas ventanas monolíticas que comenzaron a utilizarse desde el siglo XIV al XVI, con arcos apuntados. Algunas de estas ventanas dobles han sufrido una mutilación del parteluz que las dividía, dando apariencia de tener un extraño arco de difícil clasificación

Esta Torre, junto a las de Cantimplor (edificio número 8) y los Velasco (edificio número 15) constituyeron los tres puntales defensivos de la Villa en época medieval, localizándose de forma estratégica en los altozanos naturales que permitiesen una efectiva vigilancia ante las posibles invasiones.

Torre de los Velascos
Nos encontramos ante un ejemplo de Torre medieval defensiva formada por dos cuerpos rectangulares unidos: una esbelta torre y una construcción secundaria, que en su día cumplió las funciones de caballeriza.

Hay autores que hablan de la construcción de este edificio por árabes: no sería de extrañar dada la simpatía que mostraban los Velasco por judíos y árabes.

Al piso noble del alargado torreón, construido con sillarejo y mampostería, se accede a través de un patín protegido con almenas y saeteras.

Encima de la escalera se descubren dos pequeñas ventanas enrejadas, y sobre ellas los escudos de la familia propietaria del Castillo: los Velasco.

En las cuatro fachadas, a media altura, podemos observar uno de los rasgos más llamativos del edificio: la fila de largos mechinales, orificios donde se anclaban las vigas de madera que formaban una galería que recorría el perímetro de la torre, y la doble hilera de canes para sujetar el armazón y el techo.

El castillo, que aún sigue rematado con su correspondiente cuerpo de almenas, fue levantado a mediados del siglo XV, seguramente sobre restos de otra edificación.

La fecha queda confirmada por la sobriedad de los escudos que aparecen, carentes de yelmo o de cualquier otro adorno.

Casona del General Marcide
El edificio, de marcada elegancia, presenta su fachada principal en sillería isódoma, con algunos vanos adintelados y dos escudos. Un enorme arco de medio punto da acceso al patio interior cubierto, con suelo empedrado.

En el interior del patio se encuentra la entrada a la vivienda, desenfilado respecto al portón de entrada, como sistema de protección, con un pórtico de columnas con éntasis.

La sobriedad del edificio contrasta con la belleza y nobleza de los escudos barrocos que se presentan en la fachada principal. Desprenderse la citada piedra, despertará con el ruido de inmediato, volviendo a su misión de velar, función principal de los Monteros Reales.

Palacio de los Cuevas Velasco
En la edificación hay que considerar dos partes fundamentales: el Palacio y la Capilla.

El Palacio está construido en mampostería, presentando elementos de sillería en un amplio friso inferior, esquinas y remates de los vanos, todos adintelados.

Consta de tres pisos, marcados por líneas de imposta de sillar.

El acceso a la casa, por la parte de la fachada principal, se realiza por un arco de medio punto entre pilastras. Sobre él varios vanos, destacando un balcón con balaustrada, rodeado por dos escudos de los Velasco.

En la fachada por la que se accede a la Capilla, destaca un curioso mirador en marquetería, bien trabajado, apreciándose también magníficas vidrieras y trabajos de herrería.

En cuanto a la Capilla, se trata de una construcción de carácter clasicista, con arco de medio punto, con una simple moldura de tres fajas, imbuida entre dos pilastras sin decoración.

Sobre el entablamento con molduras lisas, aparece una hornacina en la que se aloja una escultura del apóstol Santiago con traje de peregrino.

En cada esquina del tejado aparecen pináculos en forma de pirámide, motivos que se repiten en la parte superior de la chimenea.

Toda la propiedad queda circundada por un doble recinto, el primero de ellos almenado y con chaflanes con ventanas blasonadas por el escudo de los Velasco; y el segundo con verjas y remates piramidales con bolas.

La construcción se inició en el año 1623, siguiendo el mandato del Rey Felipe IV que cedió el Palacio a Don Pedro de Velasco Bracamonte, que fue el encargado de la educación y custodia del hijo bastardo del mencionado Rey, Don Juan.

palacio fue casa y estudio del escultor Quintín de la Torre.

En referencia al escudo de los Velasco, se repite en diferentes lugares de la edificación, destacando, por su tamaño, los que flanquean los límites de acceso del cercado exterior, todos sobre grandes Cruces de Santiago.

Quinta Mexíco
Como en otras ocasiones, la presente construcción presenta actualmente un estado que seguramente nada tiene que ver con su aspecto en épocas anteriores a las que hacen referencia los escudos que presenta.

Edificio de magnifica planta, rectangular, con tejadoa dos aguas, fachadas en mampostería recubierta y también en sillería.

Abundantes vanos, algunos adintelados y otros con arcos de medio punto, muchos de ellos con molduras y remates lisos.Destaca especialmente una ventana con un precioso alfiz alrededor de ella, con molduras anchas rematadas con formas vegetales, conjunto en el que se aloja el escudo de mayor antigüedad (Siglo XVI).

De él podemos decir que ocupa un espacio rectangular limitado por su simple moldura, en el que los adornos exteriores se alojan en la mitad superior, y el escudo propiamente dicho en la mitad inferior.

La Casona
La construcción presenta una casa de tres alturas unidas a una capilla mediante un cuerpo central con arco rebajado y pequeño vano adintelado que da acceso al patio interior de la casa.

Ésta destaca por el buen trabajo de sillería que encontramos en esquinas y vanos, todos adintelados y rodeados de moldura simple.

La cornisa del tejado es de gran desarrollo, cóncava y con ligeras molduras.

Destacan el conjunto de vierteaguas realizados en hierro forjado imitando cabezas de dragón, así como el trabajo de forja de balcones, maceteros y faroles.

El arco rebajado lleva inscrita la fecha de 1794 que bien pudiera hacer referencia al año de construcción de la casa.

En cuanto a la capilla, dedicada a Nuestra Señora de la Soledad, respeta formas clásicas, destacando en la fachada los contrafuertes a modo de pilastras.

Vano adintelado en cuyo friso se encuentra un corazón atravesado por un puñal.

Sobre él, el escudo que da paso a una ventana semicircular rodeada por una gruesa moldura lisa.

El entablamento, ancho y sin decoración, soporta la espadaña del campanario, rematada con frontón clásico sin adornos, con dos pequeños pináculos, rematado con formas cónicas.

El edificio, Casa de los Porras, presenta tres escudos de muy diferentes épocas y estilos.

El conjunto se coloca sobre una gran Cruz de Santiago y varios motivos vegetales que, en su parte se transforman en cabezas de animales.

Palacio del Marqués de Chiloeches
Profundizando en la Heráldica del Palacio vemos como la fachada principal presenta un conjunto armónico formado por un cuerpo central flanqueado por dos torres cuadrangulares que sobresalen de la portada principal. El cuerpo central se cobija bajo un enorme arco rebajado con casetones en su intradós.

La puerta, con arco de medio punto, se protege con dos vigorosas columnas con basas y capiteles que sostienen un sobrio frontón. Las enjutas del arco, se decoran con figuras de hombre y mujer que sostienen sendos espejos.

Entre el frontón y el arco rebajado, se dispone el impresionante escudo, y dos balcones adintelados, rematados con frontones clásicos triangulares y con bellos trabajos de forja en sus balaustradas. Bajo ellos, dos pequeños vanos adintelados, con derrame externo que servirán de ventilación.

Las torres laterales, poseen cuatro alturas con los siguientes tipos de vanos todos ellos adintelados: el primero con frontón triangular; segundo, semicircular; tercero, balcón a la misma altura e idéntica decoración que los balcones de la portada, y por último, en el piso superior, un pequeño y sencillo vano con simple decoración.

Destacan las cornisas de piedra, con sencilla moldura, y los cuatro pináculos que adornan las esquinas del tejado de cada torre.

El edificio es de estilo barroco (Siglo XVII) y muestra elementos más tardíos.

Comenzó a construirse en 1600 por los Zorrilla Velasco, pasando luego a los Marqueses de Chiloeches que han dado su nombre y cuidados a la mansión. El escudo, albergado entre el frontón triangular de la puerta de acceso y el arco rebajado, constituye uno de los ejemplos heráldicos más bellos que puedan contemplarse. Ente bureletes y una enorme masa de follaje y cascabeles, aparecen las armas familiares: partidas en pal, a la derecha, una encima sobre la que se empinan dos zorros atados; a la izquierda, una torre. La piedra no expresa los colores: campo de oro para una encina verde y dos zorros negros, y un campo azur para una torre plata.

Tampoco repite el lema de los Zorrilla: "Velar se debe la vida de tal suerte, que viva quede en la muerte".

Dos garzas rematan los laterales del conjunto que luce un impresionante yelmo labrado, con rodete y penacho.

La Huerta, situada al lado del castillo en dirección el Parque de los Marqueses, nos encontramos con un escudo en su portón de acceso. Destaca su enorme tamaño, y repite los motivos del escudo principal del Palacio: en campo entero, dos zorros atados a una encina y castillo de tres torres almenadas en el ángulo superior izquierdo. Bureletes y cascabeles colgantes a ambos lados, y yelmo simple con celada y penacho externo.La misma fábrica que reúnen otros escudos de la ruta (Siglos XVII - XVIII). La procedencia histórica del palacio se discute en los anales de la Villa. Unos creen que era de los Condes de Mortara, otros de la ilustre familia Zorrilla de San Martín, concretamente del Marqués de la Gándara Real que lo mandó construir con motivo de un acto de etiqueta sobre el cual y según la leyenda, se dice lo siguiente:

"Habiendo convocado a los Nobles e Hijosdalgo el Condestable de Castilla en su Casa Señorial de frías, se encontraba ente ellos su deudo y pariente el Marqués de la Gándara Real.Al presentarse el Duque pronunció aquellas palabras familiares: Sentaos Nobles de Castilla, y siento que no pueda hacerlo con nosotros mi pariente el Marqués de la Gándara.

Creyéndose ofendido éste, edificó tan suntuoso edificio (se refiere al Palacio que nos ocupa) e invitando a un banquete a los Nobles Cántabros, lo hizo también al Condestable de Castilla, y al invitarles a tomar asiento, hizo con el Duque lo que éste había hecho con él, o sea, no permitirle sentarse entre los cántabros".

Desde esta fecha (finales del siglo XVI) quedó sin habitar este Palacio por sus dueños, y sólo ha servido para acuartelar tropas en tiempos de guerra, hasta que a finales del siglo pasado lo restauró Don Luis de Porras, Marqués de Chiloeches.

======Ayuntamiento====== Edificio construido en sillar a finales del siglo XIX. Notable y moderno con fachada a los dos lados. En la cara principal, un soportal con arquería de cinco arcos que descansan sobre pilares clásicos.

Su pórtico interior, ancho y extenso, encierra diez vanos adintelados sencillos.

Sobre las columnas se eleva el piso superior con cinco balcones iguales, distribuidos a lo largo de la fachada de forma simétrica. Son adintelados, con repisa simple sobre ellos, y se unan por una larga balconada con balaustrada de hierro forjado.

El borde inferior del alero del tejado lleva cornisa con moldura sencilla y lisa.

El número impar de balcones y el escaso espacio entre sus cornisas y el alero, impide que el escudo aparezca centrado, encontrándose desplazado al costado izquierdo del balcón central, en línea con una placa inferior que señala el año de remodelación del edificio.

El escudo, de fábrica reciente, presenta modificaciones sobre la forma clásica.Siendo un escudo "sobre el todo", recoge los motivos del escudo de Castilla y León: primer y cuarto cuarteles ocupados por un castillo de tres torres almenadas; segundo y tercero con sendos leones coronados en posición rampante.

Se completa con un escudete central que alberga los símbolos de esta Villa: un espinosa bien labrado, con raíces a la vista, de cuyas ramas cuelgan seis llaves, tres a cada lado, testimonio de la labor de vigilancia y guardía asignada a los Monteros Reales, hijos de Espinosa, que gozaban de la máxima confianza real, capaz de entregarles las llaves de palacio para su custodia nocturna.

Una granada se aloja en la punta triangular, sobre una pequeña ménsula en forma de concha.

Remata el conjunto una bien trabajada y detallada corona.

El Ayuntamiento no da muestras de un pueblo que sigue viviendo en la modernidad, sin olvidar su historia.

Textos recopilados de la web www.espinosadelosmonteros.es

Edificios Religiosos


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Historia

Municipio y localidad situados al norte de la capital provincial, en la comarca de las Merindades de Castilla y partido judicial de Villarcayo. Su territorio se encuentra a los pies de la cordillera Cantábrica. Una parte se encuentra dentro del espacio protegido Monumento Natural de Ojo Guareña, y está atravesado por el río Trueba al cual van a confluir por su margen izquierda los ríos Quintana, La Sía y Lunada y los arroyos del Molino y la Cubilla, mientras que por su margen derecha se unen el río Seco y el Toba. Además de sus tierras nace el arroyo de la Hoz que desemboca en el río Trema, ya en la Merindad de Sotoscueva. Tanto el río Trueba como el Trema son afluentes del río Nela por su margen izquierda. A su vez este último va a verter sus aguas en el río Ebro. En cuanto a las comunicaciones, Espinosa de los Monteros es un importante cruce de caminos con tres puertos que unen la zona a Cantabria: Por medio de la Autonómica BU-570 a Vega de Pas por el puerto de Estacas de Trueba. Desde Las Machorras en la BU-570 inicia su recorrido la Autonómica BU-571 al valle de Asón por el portillo de la Sía. A partir de la BU-570 parta de la Autonómica BU-572 que por el portillo de Lunada conduce hasta San Roque de Riomiera. Además hacia el sur la provincial BU-V-5422 lleva hasta al CL-629 que atraviesa de norte a sur las Merindades, en dirección este-oeste está la autonómica BU-526 de Bilbao a Reinosa y desde la CL-6318 parte hacia el sudeste al autonómica BU-542 que lleva a la nacional N-629 en El Crucero. Por otra parte por el municipio pasa el ferrocarril Bilbao-La Robla (León). La población de Espinosa de los Monteros es la capital del municipio y dista 96 km de la ciudad de Burgos. Su término está atravesado por el río Trueba y en sus cercanías desembocan el arroyo del Molino. Desde la localidad parte la carretera autonómica BU-570 a partir de la cual salen otras carreteras que comunican con Cantabria. También empiezan en Espinosa la BU-V-5422 y al autonómica BU-542 que llevan a la CL-629 y a la N-629 respectivamente. Por su caserío pasa la autonómica BU-526 de Bilbao a Reinosa que es paralela al trazado del ferrocarril Bilbao-La Robla, que tiene estación en la localidad. Históricamente el lugar donde se encuentra actualmente Espinosa fue un territorio donde existían distintos núcleos de población desde los tiempos de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, como así lo atestiguan los numerosos restos encontrados en las cercanías. Posteriormente estaría habitado por gentes de etnia cántabra. Sin embargo el nombre de la localidad no aparece citado hasta el año 816 en un documento. En el año 1006 tiene lugar un hecho trascendental en el devenir histórico de Espinosa así el hijo de los Monteros (que era tradición que fuese hijo de la localidad) del conde de Castilla descubrió el intento de asesinato del noble señor. En agradecimiento el conde Sancho García concedió el privilegio a los nacidos en la Villa burgalesa de guardar por la noche las estancias reales. Esta tradición se mantuvo en la monarquía española hasta 1931. A estos guardianes se les conoce como Monteros Reales. Más tarde, en la Edad Moderna la población conoció un importante auge, como queda reflejado en la arquitectura civil o religiosa que ha llegado hasta nuestros días. En el Censo de Floridablanca de 1787, la población aparece formando parte del partido de Laredo, en Castilla la Vieja y englobaba la Villa de Espinosa y sus seis barrios (Bárcenas, Berrueza, Para, Quintanilla de los Prados, Quintanilla y Santa Olalla). A la caída del Antiguo Régimen queda constituido el ayuntamiento de Espinosa de los Monteros en el partido de Villarcayo con los mismos seis barrios anteriores. En 1808 los días 10 y 11 noviembre, durante la Guerra de la Independencia española tuvo lugar la batalla de Espinosa de los Monteros con la derrota del ejército español a manos del ejército francés con los consiguientes incendios y saqueos en la Villa. En cuanto a la arquitectura religiosa destacan: Iglesia de Santa Cecilia. Se trata de un edificio renacentista y consta de tres naves, planta de salón, muros de piedra de sillería y cubierta de bóveda de crucería estrellada. El ábside tiene planta cuadrada que luego se desarrolla en polígono de cinco lados. Destaca la cubierta avenerada renacentista. Iglesia de Nuestra Señora de Berrueza. Se encuentra en el barrio de Berrueza y está edificada sobre otra anterior que fue monasterio. Aunque tiene elementos del siglo XVIII su estructura es plenamente barroca y su construcción data de mediados del siglo XVI. En el altar mayor tiene un precioso camarín. Iglesia de San Nicolás. En el barrio de Quintanilla. Está consagrada en el siglo XII, con una torre construida en el siglo XVII. Consta de una sola nave, planta de salón, cubierta a dos aguas y muros de mampostería. En su interior destaca un retablo gótico del siglo XV. En cuanto a las pinturas destaca una de las pocas representaciones del Espíritu Santo en forma de mujer que hay en España. En cuanto a la arquitectura civil hay que señalar la importancia de: Arquitectura popular. La casa tradicional responde a las características de la vivienda montañesa y a abundantes rasgos de influencia cántabra. Existen dos tipos de casas dentro del grupo anterior. Por un lado, las más antiguas tienen un balcón corrido o solana de madera. Por otra parte están las viviendas con galerías cerradas. Además hay una gran cantidad de casas solariegas con escudo. Torre de Los Velasco o Ilustre. De estilo gótico tiene una estructura defensiva y está situada en un altozano sobre el río Trueba. Es un edificio de alzado trapezoidal en los muros y realizado en piedra de sillería. Su construcción se inicia en el siglo XIII aunque tiene añadidos posteriores. En este edificio aparecen los cinco escudos de la familia de los Velasco. Torre de Berrueza. Construcción del siglo XII. En su origen fue una torre defensiva y consta de dos plantas. Hoy en día se ha rehabilitado como hotel posada. Palacio de los Fernández Villa. También llamado Carrillo del Hoyo, este palacio renacentista comenzó a construirse a mediados del siglo XVI y se adosa a una casa fortaleza anterior. El edificio se articula en torno a sus grandes torres y una inflexión en la parte central. En él se puede observar un escudo familiar. Torre de los Azulejos. Situada en la calle de los Monteros. De estilo renacentista del siglo XVI, su nombre proviene de los materiales que decoran sus ventanas. Palacio de Chiloeches. Enclavado en la plaza de Sancho García. Su fachada se encuentra entre dos torres rematadas con pequeños pináculos. Sus raíces son renacentistas aunque luego hay tintes barrocos en su ejecución. Fue mandado construir por el marqués de la Gándara Real en 1600 y sitios de cuartel a las tropas napoleónicas. Palacio de las Cuevas de Velasco. Situado en el barrio de Quintanilla y fue construido por orden de Felipe IV. Constituye una muestra única de estilo manierista en el norte de Burgos. Su estructura es cúbica y adosada a su pared norte se encuentra la capilla de Santiago. Palacio del marqués de Legarda. En el barrio de Berrueza, su estructura tiene forma de cubo y de casa torre. Los muros están rematados con almenas con garitones en los ángulos y en el frontón se encuentra un escudo. Se encuentra bastante deteriorada. Torre de Cantinflor. Construida en el siglo XIII, está en el barrio de Berrueza. Hoy en día está desmochada. Perteneció a los abades de Vivanco y actualmente es propiedad de la familia Martínez-Sainz de la Maza. Otras construcciones. Existe la Villa una casa-fábrica que entre los siglos XV y XIX fabricó lonas para la Armada de España. Además hay otras torres como la de los Herradores o Pumarejo. Museos. Museo de los Monteros del Rey. Repasa la historia y tiene objetos pertenecientes a este cuerpo de la cámara regia. Museo etnográfico de los cuatro ríos pasiegos. Además de Espinosa de los Monteros el municipio cuenta con otras cinco Entidades Locales Menores.

Parece fuera de toda duda que la fundación de Espinosa la hicieron primitivos pobladores cántabros de la Península, posiblemente los Vacceos, remontándose su antigüedad al año 800 A.C.Recibió el nombre de Velliga y estaba situada en torno al término de San Martín, extendiéndose en dirección al Monte Edilla.

Ocupaba un lugar idóneo para construir, fortalecido por la naturaleza montañosa, por el río Trueba y con posibilidades para albergar en buenas condiciones una gran población.

La conquista que los romanos hicieron de la Península Ibérica, encontró fuerte resistencia en el pueblo cántabro que presentó batalla durante tres siglos.

La derrota fué absoluta para los cántabros. Velliga, como muchas otras poblaciones fue tomada y destruida pasando a ser de dominación romana.

Durante su estancia, los romanos construyeron sobre las ruinas de Velliga una fortaleza bien amurallada, a la que denominaron Barrutha o Barrustha (lugar todo cercado).

La invasión visigoda desemboca, en tiempos del rey Atanagildo (año 554), en una terrible batalla con el ejército romano, con derrota de estos últimos.

Entre los años 600 y 700 los nuevos pobladores godos fueron creando pequeñas aldeas: Santotis, Nestedo, San Miguel, Villaverde; Santiago, Santuyán, San Pedro de Tasugueras y San Juan. A todas juntas se les llamó Val de Espina, y más adelante Val de Espinosa, por los muchos espinos que había en la zona.

La llegada de los árabes a la Península tras la derrota de D. Rodrigo en la Batalla de Guadalete (año 711) supone el final del reinado visigodo y el comienzo de la conquista del territorio peninsular.

La empresa resulta especialmente dura para el pueblo invasor en las montañas cántabras ya que Don Pelayo en el reino de Asturias los derrota constantemente y extiende su reconquista por las zonas limítrofes.

En Val Espinosa, los musulmanes son atacados pero, gracias a la ayuda que reciben de los árabes residentes en Medina de Pomar, renuevan fuerzas y plantan cara dificultando especialmente la victoria.

Fue tal el arrojo de los primitivos Espinosiegos, que tras la victoria sobre los árabes, tomaron por armas un escudo de oro y en él un espino verde con majuelas coloradas y tronco pardillo, que añadieron al castillo que antes tenían.

A causa de tanto conflicto bélico, estas tierras quedaron mermadas en su población, convirtiéndose en tierra de nadie. Espinosa quedará de nuevo arrasada por completo en torno al año 920.

En pleno periodo de reconquista, tiempos del Conde Sancho García (año 1006), acontece el hecho de mayor trascendencia para esta villa, cuyo acontecer, mezcla leyenda y hecho histórico, ha llegado hasta nuestros días relatado de esta forma:

"El Conde Don Sancho residía al principiar el siglo XI en la Villa de San Esteban (Burgos) mientras que el Rey árabe Mahomad Almohadio tenía sus huestes en la Villa de Gormaz, frontera de aquella. El caballeroso Conde castellano invitó a una partida de casa al rey árabe, obsequiándole este a su vez con varios festejos, lo cual proporcionó ocasión al rey Mahomad para conocer y tratar a la madre del Rey castellano, Doña Aba, estableciéndose entre ambos en breve espacio de tiempo simpatía y afecto que derivó en violentísima pasión.

Más como el mayor obstáculo para la consagración de estos atrevidos e incorrectos amores fuese la oposición completa del Monarca castellano, cegados por la violencia de la pasión, concertaron el criminal propósito de hacer desaparecer violentamente al Conde Castellano.

Los medios que se habían de poner en práctica para la ejecución de tan criminal hecho, consistían en preparar un activo veneno, el cual había de hacérsele beber al Conde por la misma Doña Aba. Esta, avisaría a su amado, el sarraceno, luego de haberse consumado el complot, arrojando una gran cantidad de paja al río Duero, señal que aprovecharían los sarracenos para caer por sorpresa sobre los cristianos y apoderarse de la villa de San Esteban y de los demás castillos del Condado, con los cuales se alzaría la propia Condesa Doña Aba.

Estos inicuos preparativos, observados por una camarera, Cobigera, que se decía entonces, de la Condesa Doña Aba, hubieron de ser trasmitidos por aquella a su esposo, que era escudero y mayordomo del Conde y éste hubo de ser avisado por su mayordomo llamado Sancho Espinosa Peláez, del peligro que le amenazaba. Prevenido pues el Conde Don Sancho, no experimentó sorpresa de ninguna clase cuando, ya caída la tarde y al regreso de una cacería, fatigado, sudoroso y sediento, su propia madre, Doña Aba, le ofreció un refresco con objeto de que mitigara su sed; y cual no fue el asombro de la Condesa, el terror que embargaría su ánimo y el espanto que se pintaría en su rostro, cuando el Conde Don Sancho, invitó a su madre a que bebiese primeramente del refresco; después se lo ordenó ante sus negativas y últimamente la obligó a que lo bebiese so pena de atravesarla con su espada; ante cuyos mandatos y amenazas, Doña Aba, apuró el brebaje mortal que destinaba su hijo, y quedó muerta en el acto como herida por un rayo. Don Sancho ordenó que arrojasen al río una gran cantidad de paja, y Mahomad, al ver la señal, creyendo muerto al Conde, salió con sus huestes seguro de derrotar a los cristianos. El Conde les acometió por sorpresa antes de llegar a San Esteban y en la batalla, no se separó de su lado ni un solo instante su escudero y mayordomo Sancho, convirtiéndose sin descanso, en escudo de la persona de su amo y señor.

Y este es el momento crítico en que se crea el Cuerpo de Monteros de Espinosa, pues agradecido el Conde Don Sancho al nobilísimo proceder de su escudero y mayordomo a quien debía no ya la vida, sino la integridad del Condado, entregó de allí en adelante la guarda de su persona a tan leal vasallo y a las personas de su misma sangre. Habida consideración a que dicho mayordomo era natural de la Villa de Espinosa, entonces en ruínas por haberla casi destruído en totalidad y en reciente fecha el Califa Abdherramán, instituyó para él, sus parientes y descendientes suyos, cinco oficios de Montero, dándoles el nombre de Monteros por haberse concertado y originado el hecho en un monte, y de Espinosa por ser todos naturales de esta villa (...)" Seleccionado del texto citado por D. Rufino de Pereda Merino, en su libro "Los Monteros de Espinosa", páginas 141 y siguientes.Este acontecimiento histórico marcará en adelante la historia de la Villa desde el momento en el que el Rey Alfonso VI (hacia 1084) comienza la restauración encargándola a los caballeros navarros Martín Ruiz de Berrueza y su hermano, hasta la desaparición del último título de Montero de la Casa Real en 1931.Y en esos casi nueve siglos, estapas de olvido histórico, encontramos continuas intervenciones para otorgar concesiones y privilegios a una villa tan querida por la realeza de España, como la concesión de un Mercado Semanal a realizar los martes de cada semana, otorgado en el año 1501. Como curiosidad citaremos que en esta Villa se confeccionaron las lonas para las velas de las naves que formaban la Armada Invencible (año 1588). Y aquí, en el año 1808 se produjo uno de las mayores derrotas del ejército español frente al francés en la Guerra de la Independencia, con protagonismo especial del general Acebedo, atropellado por las tropas en frenética huida, y auxiliado en sus últimos momentos por un, entonces, desconocido Sargento Riego, quien con el devenir de los años se convertiría en el General protagonista de Pronunciamiento contra el absolutismo de Fernando VII en 1820.

Texto obtenido de la web www.espinosadelosmonteros.es

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