Espinosa de los Monteros

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Espinosa de los Monteros
Municipio: Espinosa de los Monteros
Junta administrativa: Espinosa de los Monteros
Juntas administrativas dependientes: Las Machorras, Quintana de los Prados, Bárcenas, Para, Santa Olalla
Sitio Web: http://www.espinosadelosmonteros.es
Distancia a Burgos: 96.00 Km
CP: 09560
Coordenadas GPS: 43º05`08.47``N,3º33`27.31``W [Maps]
Altitud: 762 m
Superficie: 137.50 Km²
Población (2009): 2129 hab
Densidad (2009): 15,48 h/m²
Gentilicio: Espinosiegos
Patrona: Santa Ceclia
Partido judicial: Villarcayo
Zona turística: Las Merindades

Contenido

Festividades y Eventos

Fin de semana de Pentecostés → Santa Olalla
30 de junio → Para
22 de julio → Santa María Magdalena (Bárcenas)
7 de septiembre → Quintana de los Prados
5 de agosto → Romería a la Virgen de las Nieves (Las Machorras): Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. La fiesta arranca cuando los ocho danzantes, regidos por el mayoral, salen a la entrada del pueblo para recibir a los visitantes. Los acompaña el rabadán, niño de corta edad cuya misión es azotar al Bobo, grotesco personaje que pide limosna. Por la mañana, se oficia una misa para los danzantes que después volverán a la entrada del pueblo. Al mediodía todos los asistentes acuden hasta la iglesia en procesión, para después dirigirse a la plaza del pueblo donde los danzantes echan versos jocosos y sarcásticos relacionados los aconteceres del pueblo.

Gastronomía

La gastronomía espinosiega conserva todo el sabor de antaño y sus productos gozan de reconocida fama a nivel nacional. Como derivados de la leche, destacan productos como la mantequilla, elaborada a partir de los mismos métodos naturales de fabricación famosos desde el siglo XVII, la leche y una amplia gama de quesos, los cuales han sido premiados en múltiples ocasiones. En la Villa espinosiega también destacan los productos derivados del cerdo, como son los embutidos y morcillas; y, los derivados del pato criado en libertad, como el Foei Gras, paté y confitados.

La obtención de la pesca más fresca en puerto, el fileteado y empaque realizado por las mejores artesanas y la altitud de Espinosa de los Monteros, 780 metros, dan lugar a las prestigiosas anchoas en conserva, totalmente naturales y de excelente calidad. Para acompañar a estas exquisitas anchoas, en la Villa se realiza pan horneado al fuego de la leña.

Otro de los productos artesanos elaborados en Espinosa de los Monteros es la miel de brezo, procedente de los montes pasiegos.

Y para acabar, nada mejor que el muestrario de dulces espinosiego. Italianas, quesadas y sobaos pasiegos hechos artesanalmente.


Ciudadanos Ilustres

Juan de Salazar y Espinosa de los Monteros

Nació en Espinosa de los Monteros en 1508. Fundador de Asunción, capital de Paraguay (1537). Formó parte de la exploración hecha en 1535 por el Primer Adelantado del Río de la Plata Pedro de Mendoza, con la que marchó en busca de Juan de Ayolas, quien había partido en busca de la leyenda del "Rey Blanco". En su búsqueda remontó el río Paraguay y el 15 de agosto de 1537 fundó el fuerte de Nuestra Señora Santa María de la Asunción (Asunción del Paraguay).

Gonzalo Gómez de Espinosa

Protagonista del Primer Viaje de Circunnavegación de Magallanes en 1519, el cual fue terminado por Juan Sebastián El Cano con 18 supervivientes en 1522. Alguacil de la flota que asumió el mando del buque Trinidad a la muerte de Fernando de Magallanes mientras Elcano comandaba el Victoria.

Edificios Civiles

La Ruta Heráldica de Espinosa de los Monteros, elaborado por alumnos del instituto local IESO Conde Sancho García, permite visitar y conocer los edificios más significativos de la Villa.

BARRIO MEDIEVAL

Textos recopilados de la web www.espinosadelosmonteros.es

Edificios Religiosos


Otros Lugares de Interés

Historia

Municipio y localidad situados al norte de la capital provincial, en la comarca de las Merindades de Castilla y partido judicial de Villarcayo. Su territorio se encuentra a los pies de la cordillera Cantábrica. Una parte se encuentra dentro del espacio protegido Monumento Natural de Ojo Guareña, y está atravesado por el río Trueba al cual van a confluir por su margen izquierda los ríos Quintana, La Sía y Lunada y los arroyos del Molino y la Cubilla, mientras que por su margen derecha se unen el río Seco y el Toba. Además de sus tierras nace el arroyo de la Hoz que desemboca en el río Trema, ya en la Merindad de Sotoscueva. Tanto el río Trueba como el Trema son afluentes del río Nela por su margen izquierda. A su vez este último va a verter sus aguas en el río Ebro. En cuanto a las comunicaciones, Espinosa de los Monteros es un importante cruce de caminos con tres puertos que unen la zona a Cantabria: Por medio de la Autonómica BU-570 a Vega de Pas por el puerto de Estacas de Trueba. Desde Las Machorras en la BU-570 inicia su recorrido la Autonómica BU-571 al valle de Asón por el portillo de la Sía. A partir de la BU-570 parta de la Autonómica BU-572 que por el portillo de Lunada conduce hasta San Roque de Riomiera. Además hacia el sur la provincial BU-V-5422 lleva hasta al CL-629 que atraviesa de norte a sur las Merindades, en dirección este-oeste está la autonómica BU-526 de Bilbao a Reinosa y desde la CL-6318 parte hacia el sudeste al autonómica BU-542 que lleva a la nacional N-629 en El Crucero. Por otra parte por el municipio pasa el ferrocarril Bilbao-La Robla (León). La población de Espinosa de los Monteros es la capital del municipio y dista 96 km de la ciudad de Burgos. Su término está atravesado por el río Trueba y en sus cercanías desembocan el arroyo del Molino. Desde la localidad parte la carretera autonómica BU-570 a partir de la cual salen otras carreteras que comunican con Cantabria. También empiezan en Espinosa la BU-V-5422 y al autonómica BU-542 que llevan a la CL-629 y a la N-629 respectivamente. Por su caserío pasa la autonómica BU-526 de Bilbao a Reinosa que es paralela al trazado del ferrocarril Bilbao-La Robla, que tiene estación en la localidad. Históricamente el lugar donde se encuentra actualmente Espinosa fue un territorio donde existían distintos núcleos de población desde los tiempos de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, como así lo atestiguan los numerosos restos encontrados en las cercanías. Posteriormente estaría habitado por gentes de etnia cántabra. Sin embargo el nombre de la localidad no aparece citado hasta el año 816 en un documento. En el año 1006 tiene lugar un hecho trascendental en el devenir histórico de Espinosa así el hijo de los Monteros (que era tradición que fuese hijo de la localidad) del conde de Castilla descubrió el intento de asesinato del noble señor. En agradecimiento el conde Sancho García concedió el privilegio a los nacidos en la Villa burgalesa de guardar por la noche las estancias reales. Esta tradición se mantuvo en la monarquía española hasta 1931. A estos guardianes se les conoce como Monteros Reales. Más tarde, en la Edad Moderna la población conoció un importante auge, como queda reflejado en la arquitectura civil o religiosa que ha llegado hasta nuestros días. En el Censo de Floridablanca de 1787, la población aparece formando parte del partido de Laredo, en Castilla la Vieja y englobaba la Villa de Espinosa y sus seis barrios (Bárcenas, Berrueza, Para, Quintanilla de los Prados, Quintanilla y Santa Olalla). A la caída del Antiguo Régimen queda constituido el ayuntamiento de Espinosa de los Monteros en el partido de Villarcayo con los mismos seis barrios anteriores. En 1808 los días 10 y 11 noviembre, durante la Guerra de la Independencia española tuvo lugar la batalla de Espinosa de los Monteros con la derrota del ejército español a manos del ejército francés con los consiguientes incendios y saqueos en la Villa. En cuanto a la arquitectura religiosa destacan: Iglesia de Santa Cecilia. Se trata de un edificio renacentista y consta de tres naves, planta de salón, muros de piedra de sillería y cubierta de bóveda de crucería estrellada. El ábside tiene planta cuadrada que luego se desarrolla en polígono de cinco lados. Destaca la cubierta avenerada renacentista. Iglesia de Nuestra Señora de Berrueza. Se encuentra en el barrio de Berrueza y está edificada sobre otra anterior que fue monasterio. Aunque tiene elementos del siglo XVIII su estructura es plenamente barroca y su construcción data de mediados del siglo XVI. En el altar mayor tiene un precioso camarín. Iglesia de San Nicolás. En el barrio de Quintanilla. Está consagrada en el siglo XII, con una torre construida en el siglo XVII. Consta de una sola nave, planta de salón, cubierta a dos aguas y muros de mampostería. En su interior destaca un retablo gótico del siglo XV. En cuanto a las pinturas destaca una de las pocas representaciones del Espíritu Santo en forma de mujer que hay en España. En cuanto a la arquitectura civil hay que señalar la importancia de: Arquitectura popular. La casa tradicional responde a las características de la vivienda montañesa y a abundantes rasgos de influencia cántabra. Existen dos tipos de casas dentro del grupo anterior. Por un lado, las más antiguas tienen un balcón corrido o solana de madera. Por otra parte están las viviendas con galerías cerradas. Además hay una gran cantidad de casas solariegas con escudo. Torre de Los Velasco o Ilustre. De estilo gótico tiene una estructura defensiva y está situada en un altozano sobre el río Trueba. Es un edificio de alzado trapezoidal en los muros y realizado en piedra de sillería. Su construcción se inicia en el siglo XIII aunque tiene añadidos posteriores. En este edificio aparecen los cinco escudos de la familia de los Velasco. Torre de Berrueza. Construcción del siglo XII. En su origen fue una torre defensiva y consta de dos plantas. Hoy en día se ha rehabilitado como hotel posada. Palacio de los Fernández Villa. También llamado Carrillo del Hoyo, este palacio renacentista comenzó a construirse a mediados del siglo XVI y se adosa a una casa fortaleza anterior. El edificio se articula en torno a sus grandes torres y una inflexión en la parte central. En él se puede observar un escudo familiar. Torre de los Azulejos. Situada en la calle de los Monteros. De estilo renacentista del siglo XVI, su nombre proviene de los materiales que decoran sus ventanas. Palacio de Chiloeches. Enclavado en la plaza de Sancho García. Su fachada se encuentra entre dos torres rematadas con pequeños pináculos. Sus raíces son renacentistas aunque luego hay tintes barrocos en su ejecución. Fue mandado construir por el marqués de la Gándara Real en 1600 y sitios de cuartel a las tropas napoleónicas. Palacio de las Cuevas de Velasco. Situado en el barrio de Quintanilla y fue construido por orden de Felipe IV. Constituye una muestra única de estilo manierista en el norte de Burgos. Su estructura es cúbica y adosada a su pared norte se encuentra la capilla de Santiago. Palacio del marqués de Legarda. En el barrio de Berrueza, su estructura tiene forma de cubo y de casa torre. Los muros están rematados con almenas con garitones en los ángulos y en el frontón se encuentra un escudo. Se encuentra bastante deteriorada. Torre de Cantinflor. Construida en el siglo XIII, está en el barrio de Berrueza. Hoy en día está desmochada. Perteneció a los abades de Vivanco y actualmente es propiedad de la familia Martínez-Sainz de la Maza. Otras construcciones. Existe la Villa una casa-fábrica que entre los siglos XV y XIX fabricó lonas para la Armada de España. Además hay otras torres como la de los Herradores o Pumarejo. Museos. Museo de los Monteros del Rey. Repasa la historia y tiene objetos pertenecientes a este cuerpo de la cámara regia. Museo etnográfico de los cuatro ríos pasiegos. Además de Espinosa de los Monteros el municipio cuenta con otras cinco Entidades Locales Menores.

Parece fuera de toda duda que la fundación de Espinosa la hicieron primitivos pobladores cántabros de la Península, posiblemente los Vacceos, remontándose su antigüedad al año 800 A.C.Recibió el nombre de Velliga y estaba situada en torno al término de San Martín, extendiéndose en dirección al Monte Edilla.

Ocupaba un lugar idóneo para construir, fortalecido por la naturaleza montañosa, por el río Trueba y con posibilidades para albergar en buenas condiciones una gran población.

La conquista que los romanos hicieron de la Península Ibérica, encontró fuerte resistencia en el pueblo cántabro que presentó batalla durante tres siglos.

La derrota fué absoluta para los cántabros. Velliga, como muchas otras poblaciones fue tomada y destruida pasando a ser de dominación romana.

Durante su estancia, los romanos construyeron sobre las ruinas de Velliga una fortaleza bien amurallada, a la que denominaron Barrutha o Barrustha (lugar todo cercado).

La invasión visigoda desemboca, en tiempos del rey Atanagildo (año 554), en una terrible batalla con el ejército romano, con derrota de estos últimos.

Entre los años 600 y 700 los nuevos pobladores godos fueron creando pequeñas aldeas: Santotis, Nestedo, San Miguel, Villaverde; Santiago, Santuyán, San Pedro de Tasugueras y San Juan. A todas juntas se les llamó Val de Espina, y más adelante Val de Espinosa, por los muchos espinos que había en la zona.

La llegada de los árabes a la Península tras la derrota de D. Rodrigo en la Batalla de Guadalete (año 711) supone el final del reinado visigodo y el comienzo de la conquista del territorio peninsular.

La empresa resulta especialmente dura para el pueblo invasor en las montañas cántabras ya que Don Pelayo en el reino de Asturias los derrota constantemente y extiende su reconquista por las zonas limítrofes.

En Val Espinosa, los musulmanes son atacados pero, gracias a la ayuda que reciben de los árabes residentes en Medina de Pomar, renuevan fuerzas y plantan cara dificultando especialmente la victoria.

Fue tal el arrojo de los primitivos Espinosiegos, que tras la victoria sobre los árabes, tomaron por armas un escudo de oro y en él un espino verde con majuelas coloradas y tronco pardillo, que añadieron al castillo que antes tenían.

A causa de tanto conflicto bélico, estas tierras quedaron mermadas en su población, convirtiéndose en tierra de nadie. Espinosa quedará de nuevo arrasada por completo en torno al año 920.

En pleno periodo de reconquista, tiempos del Conde Sancho García (año 1006), acontece el hecho de mayor trascendencia para esta villa, cuyo acontecer, mezcla leyenda y hecho histórico, ha llegado hasta nuestros días relatado de esta forma:

"El Conde Don Sancho residía al principiar el siglo XI en la Villa de San Esteban (Burgos) mientras que el Rey árabe Mahomad Almohadio tenía sus huestes en la Villa de Gormaz, frontera de aquella. El caballeroso Conde castellano invitó a una partida de casa al rey árabe, obsequiándole este a su vez con varios festejos, lo cual proporcionó ocasión al rey Mahomad para conocer y tratar a la madre del Rey castellano, Doña Aba, estableciéndose entre ambos en breve espacio de tiempo simpatía y afecto que derivó en violentísima pasión.

Más como el mayor obstáculo para la consagración de estos atrevidos e incorrectos amores fuese la oposición completa del Monarca castellano, cegados por la violencia de la pasión, concertaron el criminal propósito de hacer desaparecer violentamente al Conde Castellano.

Los medios que se habían de poner en práctica para la ejecución de tan criminal hecho, consistían en preparar un activo veneno, el cual había de hacérsele beber al Conde por la misma Doña Aba. Esta, avisaría a su amado, el sarraceno, luego de haberse consumado el complot, arrojando una gran cantidad de paja al río Duero, señal que aprovecharían los sarracenos para caer por sorpresa sobre los cristianos y apoderarse de la villa de San Esteban y de los demás castillos del Condado, con los cuales se alzaría la propia Condesa Doña Aba.

Estos inicuos preparativos, observados por una camarera, Cobigera, que se decía entonces, de la Condesa Doña Aba, hubieron de ser trasmitidos por aquella a su esposo, que era escudero y mayordomo del Conde y éste hubo de ser avisado por su mayordomo llamado Sancho Espinosa Peláez, del peligro que le amenazaba. Prevenido pues el Conde Don Sancho, no experimentó sorpresa de ninguna clase cuando, ya caída la tarde y al regreso de una cacería, fatigado, sudoroso y sediento, su propia madre, Doña Aba, le ofreció un refresco con objeto de que mitigara su sed; y cual no fue el asombro de la Condesa, el terror que embargaría su ánimo y el espanto que se pintaría en su rostro, cuando el Conde Don Sancho, invitó a su madre a que bebiese primeramente del refresco; después se lo ordenó ante sus negativas y últimamente la obligó a que lo bebiese so pena de atravesarla con su espada; ante cuyos mandatos y amenazas, Doña Aba, apuró el brebaje mortal que destinaba su hijo, y quedó muerta en el acto como herida por un rayo. Don Sancho ordenó que arrojasen al río una gran cantidad de paja, y Mahomad, al ver la señal, creyendo muerto al Conde, salió con sus huestes seguro de derrotar a los cristianos. El Conde les acometió por sorpresa antes de llegar a San Esteban y en la batalla, no se separó de su lado ni un solo instante su escudero y mayordomo Sancho, convirtiéndose sin descanso, en escudo de la persona de su amo y señor.

Y este es el momento crítico en que se crea el Cuerpo de Monteros de Espinosa, pues agradecido el Conde Don Sancho al nobilísimo proceder de su escudero y mayordomo a quien debía no ya la vida, sino la integridad del Condado, entregó de allí en adelante la guarda de su persona a tan leal vasallo y a las personas de su misma sangre. Habida consideración a que dicho mayordomo era natural de la Villa de Espinosa, entonces en ruínas por haberla casi destruído en totalidad y en reciente fecha el Califa Abdherramán, instituyó para él, sus parientes y descendientes suyos, cinco oficios de Montero, dándoles el nombre de Monteros por haberse concertado y originado el hecho en un monte, y de Espinosa por ser todos naturales de esta villa (...)" Seleccionado del texto citado por D. Rufino de Pereda Merino, en su libro "Los Monteros de Espinosa", páginas 141 y siguientes.Este acontecimiento histórico marcará en adelante la historia de la Villa desde el momento en el que el Rey Alfonso VI (hacia 1084) comienza la restauración encargándola a los caballeros navarros Martín Ruiz de Berrueza y su hermano, hasta la desaparición del último título de Montero de la Casa Real en 1931.Y en esos casi nueve siglos, estapas de olvido histórico, encontramos continuas intervenciones para otorgar concesiones y privilegios a una villa tan querida por la realeza de España, como la concesión de un Mercado Semanal a realizar los martes de cada semana, otorgado en el año 1501. Como curiosidad citaremos que en esta Villa se confeccionaron las lonas para las velas de las naves que formaban la Armada Invencible (año 1588). Y aquí, en el año 1808 se produjo uno de las mayores derrotas del ejército español frente al francés en la Guerra de la Independencia, con protagonismo especial del general Acebedo, atropellado por las tropas en frenética huida, y auxiliado en sus últimos momentos por un, entonces, desconocido Sargento Riego, quien con el devenir de los años se convertiría en el General protagonista de Pronunciamiento contra el absolutismo de Fernando VII en 1820.

Texto obtenido de la web www.espinosadelosmonteros.es

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